Brasil crea un fondo de miles de millones para la preservación de los bosques tropicales
Lanzado durante el G20 en Brasil, el fondo para los bosques tropicales estará operativo en la COP 30, que tendrá la presidencia del país en 2025. El Tropical Forest Finance Facility (TFFF) tendrá fondos destinados para preservar y mitigar los impactos del cambio climático, con un financiamiento esperado de 125.000 millones de dólares (aproximadamente 700.000 millones de reales brasileños).

Los extremos climáticos se están viviendo diariamente en todos los continentes. El aumento del nivel del océano y la temperatura media del planeta es una realidad que ha anticipado las expectativas más pesimistas. Las advertencias de la necesidad de una acción inmediata para retrasar el agotamiento planetario ya no pueden ignorarse y los planes de reacción deben ponerse en práctica.
Esta fue la lógica que guió el ambicioso plan de Brasil de recaudar US$ 125.000 millones para financiar la conservación de los bosques tropicales. Con el apoyo de países ricos e instituciones financieras, el fondo busca proteger biomas vitales, reducir las emisiones de carbono y preservar la biodiversidad mundial.
Durante una reunión del Canal de Finanzas en Río de Janeiro, la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, presentó el proyecto que representa una revolución al crear un fondo global de miles de millones. Con el nombre de Mecanismo de Financiamiento de Bosques Tropicales (TFFF, por sus siglas en inglés), el fondo ofrece una solución financiera para la conservación de aproximadamente mil millones de hectáreas de bosques tropicales en todo el mundo. El objetivo es remunerar a los países que poseen estos bosques por sus prácticas de conservación, asegurando que se conserven las áreas esenciales para el equilibrio ambiental global, con la biodiversidad preservada por la población local.
Según el ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad, el fondo recaudará el 20% de sus recursos a través de préstamos a largo plazo otorgados por países desarrollados y entidades filantrópicas. Estos fondos se combinarán con el 80% del capital proveniente de inversores institucionales y minoristas, quienes podrán adquirir títulos de deuda emitidos por el fondo.
Según el ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad, el fondo recaudará el 20% de sus recursos a través de préstamos a largo plazo otorgados por países desarrollados y entidades filantrópicas. Estos fondos se combinarán con el 80% del capital proveniente de inversores institucionales y minoristas, quienes podrán adquirir títulos de deuda emitidos por el fondo.
La propuesta es tomar prestados recursos de gobiernos de países ricos, organismos multilaterales e inversionistas institucionales a una tasa de interés compatible con el grado de riesgo de los financistas, invertir en una cartera de inversiones con una mayor remuneración y utilizar los ingresos obtenidos para pagar a los países aptos para la conservación de los bosques tropicales.
Los ingresos generados por estas inversiones se destinarán a la conservación de los bosques tropicales, lo que podría generar un rendimiento que, según las estimaciones iniciales, podría pagar hasta US$ 4 por hectárea anualmente a los países elegibles. El diferencial entre las tasas de captación y aplicación se utilizará para financiar a los países participantes, con un enfoque en el control estricto de la deforestación y la degradación forestal.
"Creemos que este fondo será un punto de inflexión en la financiación climática global. Es una solución que aporta beneficios concretos tanto a los países donantes como a los países que protegen sus bosques. Estamos creando un mecanismo robusto que no solo conserva sino que genera desarrollo sostenible”, dijo Garo Batmanian, director del Servicio Forestal Brasileño y uno de los responsables de la creación de la iniciativa.

Participación internacional y transparencia
Marina Silva destaca la importancia de la participación internacional en el proyecto, subrayando que el fondo fue diseñado para atraer la participación de los países desarrollados. El presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, presente en el evento, expresó su apoyo al fondo y lo calificó como una herramienta esencial para lograr los objetivos climáticos globales del Acuerdo de París.
La elegibilidad para recibir recursos del fondo se restringirá a países con bosques tropicales y bajas tasas de deforestación. Hoy en día, hay 79 naciones con bosques tropicales y la propuesta inicial sugiere que solo podrán participar aquellos que reduzcan su tasa de deforestación a un máximo de 0.5% por año. Los ministerios de Finanzas y Medio Ambiente creen que el criterio fomentará acciones efectivas para proteger los bosques y generará una nueva dinámica de preservación.
Se implementará un sofisticado sistema de monitoreo satelital para garantizar la transparencia en la medición de la deforestación y la distribución de los recursos, evitando métodos complejos de cálculo de carbono y enfocándose en la preservación directa de la cubierta vegetal. “La simplicidad y la transparencia son pilares de este fondo. Queremos resultados rápidos y medibles”, explicó el director del Servicio Forestal Brasileño.
Se implementará un sofisticado sistema de monitoreo satelital para garantizar la transparencia en la medición de la deforestación y la distribución de los recursos, evitando métodos complejos de cálculo de carbono y enfocándose en la preservación directa de la cubierta vegetal. “La simplicidad y la transparencia son pilares de este fondo. Queremos resultados rápidos y medibles”, explicó el director del Servicio Forestal Brasileño.
El fondo es visto como un avance práctico en el financiamiento climático, particularmente para el Sur Global. Además de garantizar la protección de los bosques, debe impulsar el mercado de bonos verdes, azules (relacionados con la preservación de los recursos hídricos) y sostenibles, contribuyendo al flujo de capital en proyectos con un impacto ambiental positivo.
Para los países ricos, el mecanismo tiene la ventaja de ser un préstamo, no una donación, lo que facilita su aprobación en los parlamentos y ofrece un retorno financiero a largo plazo. "Este es un fondo que ofrece beneficios para todos los involucrados. Preservar los bosques tropicales es una misión global y una responsabilidad compartida”, declaró Haddad.
Se espera que la propuesta final del TFFF se presente en la COP29, en Azerbaiyán, en 2024, con el lanzamiento operativo en la COP30, en Belém, capital del estado amazónico de Pará, en 2025.