En Washington, el Canal de Finanzas celebra los 25 años del G20
El G20 Brasil promueve un evento conmemorativo en Washington que reúne a representantes de los gobiernos y la sociedad civil para discutir la trayectoria y el futuro del grupo. Las últimas reuniones del Canal de Finanzas se llevan a cabo en paralelo con las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial.

Un evento paralelo a las últimas reuniones del Canal de Finanzas en el G20 Brasil celebró el 25 aniversario del Grupo de los 20 en Washington, Estados Unidos. Organizado por el Ministerio de Hacienda de Brasil en asociación con Open Society Foundations, el evento reunió a representantes de la sociedad civil, gobiernos y organizaciones internacionales para discutir la trayectoria del foro y la experiencia de la presidencia brasileña. Las últimas reuniones del Canal de Finanzas se llevan a cabo en paralelo con las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial.
«El diálogo con la sociedad civil es muy importante para nosotros. Hemos aprendido mucho y todavía tenemos mucho que aprender. Esperamos que este proceso continúe en las presidencias de Sudáfrica y Estados Unidos», señaló Antônio Freitas, subsecretario de Cooperación Financiera Internacional.
El profesor de la Queen's University Belfast, Alfredo Saad, señaló que la historia y la forma de funcionamiento del G20 generan varios obstáculos a superar, lo que refuerza el peso de los avances aportados por Brasil en relación con los temas priorizados por el país: «Hay obstáculos sistémicos, incluso cuando las personas reconocen que estamos en un momento crítico en la humanidad. La presidencia brasileña del G20 puede estar orgullosa de sus avances. Brasil ha hecho un gran trabajo. Lo que el mundo necesita son esfuerzos en las mismas direcciones».
Impuestos a los multimillonarios
El debate también estuvo dedicado al debate sobre la propuesta brasileña de cobrar impuestos a los multimillonarios. «El G20 no firma tratados, establece agendas. Los súperricos se hacen cada vez más ricos. Hemos hecho mucho y todavía hay mucho por hacer», afirmó Felipe Antunes, representante del Ministerio de Hacienda, responsable de monitorear los temas de Fiscalidad Internacional en el G20.
«Lo que Brasil ha hecho es demostrar que es posible inyectar vida y energía al G20. Quiero felicitar a la presidencia por su valentía y persistencia. Este es un tema que será imposible de olvidar», destacó Jayati Ghosh, profesora de economía en la Universidad de Massachusetts Amherst.
«Es un gran éxito. El G20 comenzó desde cero y en un año se logró elaborar una declaración. La sociedad civil debe ser radical para que los responsables políticos puedan ofrecer algo», agregó Tommaso Faccio, de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en inglés).
Avances necesarios
Al pensar en los próximos pasos en relación con el tema, Laura Carvalho, de Open Society, apoyó la necesidad de buscar todos los caminos posibles: «Los procesos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pueden verse como complementarios. Además, las agendas fiscales nacionales necesitan avanzar. Esto genera un impulso para la discusión internacional».
Débora Freire, de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Hacienda (SPE/MF, por sus siglas en portugués), explicó que el país ya se está organizando para avanzar en el tema. Brasil argumenta que el segundo protocolo para los debates del Convenio Marco sobre Tributación debería ser el tema de los súperricos. Se espera que la ONU decida en febrero si acepta la propuesta brasileña. «Ese es el objetivo a corto plazo en el que estamos trabajando. El protocolo permitiría el desarrollo de una metodología para identificar a los súperricos entre los países. Si no tienes información uniforme, avanzaremos muy poco».
El tono general de los elogios a la presidencia brasileña se mantuvo durante la tercera mesa, que se centró en la posición brasileña en relación con las deudas soberanas. Uno de los aspectos más destacados fue el hecho de que Brasil se haya dedicado al tema, incluso en un momento en que los países de ingresos medios no sufren directamente el problema, que afecta a los países pobres. «Los mercados emergentes no están en riesgo, por lo que la presión para el cambio es menor. El coraje de la presidencia brasileña es evidente», resumió Penelope Hawkins de UNCTAD.
Traducido por PGET-UFSC