Incendios y crisis climática: la sequía de 2023/2024 es la más grave de la historia reciente, según los registros
El impacto de los incendios forestales y el debate sobre el clima mundial son temas urgentes en el centro del debate del G20. En los últimos meses, los incendios en Brasil han aumentado, agravados principalmente por la acción humana. Los problemas que aceleran el cambio climático se discutirán hasta el jueves 3 de octubre en Río de Janeiro, en las reuniones técnicas y ministeriales del Grupo de Trabajo de Sostenibilidad Climática y Ambiental del G20.

Los incendios se han convertido en un problema ambiental crítico, con graves impactos en el medio ambiente, la economía y la salud pública. En los últimos años, la intensificación de los incendios ha generado preocupación mundial, dado que la Selva Amazónica es uno de los biomas de biodiversidad más ricos del mundo, y esencial para la regulación del clima global.
Desde el punto de vista ambiental, el daño es enorme. La destrucción de biomas como la Amazonía provoca la pérdida de biodiversidad y compromete los servicios de los ecosistemas, como la purificación del aire y la regulación del ciclo del agua. La Amazonía, conocida como el «pulmón del mundo», desempeña un papel vital en la absorción de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero. La destrucción de estos bosques agrava el calentamiento global.
Desde un punto de vista económico, los daños incluyen temas como la pérdida de recursos forestales, el daño a la agricultura local y regional y los altos costos con la lucha contra incendios. También hay implicaciones para la salud pública, donde la inhalación de humo causa enfermedades respiratorias, lo que ejerce presión sobre los sistemas sanitarios locales.
Del 1 de enero al 22 de septiembre de 2024, se quemaron alrededor de 11 millones de hectáreas en la Amazonía, que representa el 2,8 % del bioma. Ante la gravedad de los incendios forestales en Brasil, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama, por su acrónimo en portugués) y el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio, por sus siglas en portugués) movilizan a 3500 profesionales que trabajan en los biomas de la Amazonía, el Cerrado y el Pantanal. La operación cuenta con el apoyo de 15 aviones, 14 helicópteros, vehículos y embarcaciones para combatir las llamas.
Las brigadas del Centro Nacional de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Prevfogo, por su acrónimo en portugués) del Ibama llevan a cabo acciones preventivas, asesoran sobre incendios controlados y promueven actividades educativas en comunidades locales y escuelas. Los expertos de Prevfogo señalan que el origen de los incendios es delictivo. Las investigaciones para identificar y sancionar a los responsables están a cargo del Ibama, en alianza con la policía civil estatal. La Policía Federal ya abrió 96 investigaciones para investigar los incendios que se han extendido por todo Brasil. Los hallazgos indican que la mayoría de los incendios fueron provocados de forma intencional, con fuertes evidencias de conexión con delitos como el acaparamiento de tierras, la explotación ilegal de áreas públicas e incluso motivaciones políticas.

La presidencia brasileña puso el cambio climático como uno de los principales temas del G20, según explicó André Aquino, director del Grupo de Trabajo de Sostenibilidad Climática y Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático. «El tema del cambio climático está en el centro de la atención del G20, no solo en el grupo de Sostenibilidad Climática. También creamos el Equipo de Trabajo para la Movilización Global contra el Cambio Climático, que promueve el diálogo entre gobiernos, instituciones financieras y organismos internacionales. Los fenómenos meteorológicos extremos de 2024 revelan la urgencia de la acción colectiva», explica.
Aquino dice que el objetivo del trabajo es aumentar el financiamiento disponible, facilitar el acceso a los recursos y garantizar que este dinero llegue a los países más vulnerables, como algunas naciones de África, América Central y el sudeste asiático. «La situación es cada vez más alarmante. Necesitamos aumentar nuestra adaptabilidad. Proponemos un fondo global para alentar a las naciones tropicales a mantener sus bosques y controlar los incendios a través de pagos», enfatiza.
El director comenta sobre la preparación del nuevo Plan Clima, que definirá acciones para que Brasil reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero y se adapte a los impactos del cambio climático. «Estamos preparando un plan que se ha discutido con la sociedad, y estamos aprendiendo de otros países que también enfrentan incendios recurrentes, como Sudáfrica, Estados Unidos y Canadá», señala.
Monitoreo continuo y desafíos climáticos
Ana Paula Cunha, investigadora de sequías del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas sobre Desastres Naturales (Cemaden, por su acrónimo en portugués), informa que el período comprendido entre 2023 y 2024 registró la sequía más intensa y extensa desde que la agencia comenzó a monitorear estos eventos. «Hicimos análisis basados en dos conjuntos de datos, uno que comenzó en la década de 1950 y otro en la década de 1980. Ambos confirmaron que la sequía de 2023/2024 es la más grave jamás registrada en la historia reciente», detalla.
La investigadora señala que las sequías no son solo fenómenos locales, sino que tienen impactos transfronterizos. «Si miramos el mapa de sequía en América del Sur, vemos que los países vecinos, como Paraguay y Bolivia, también enfrentan crisis de agua. Los ríos cruzan fronteras, y cuando una sequía afecta la cabecera de un río en otro país, también nos afecta a nosotros», explica.
Ana Paula también señala que los efectos de estas sequías e incendios afectan a todo, desde la producción de energía hasta la agricultura y el transporte de granos. Además, reitera que los incendios tienen un impacto directo en la salud humana. «Hoy en día, muchas regiones de Brasil se enfrentan a más de 100 días sin lluvia, lo que hace que el humo de los incendios permanezca suspendido en el aire, agravando los problemas respiratorios, lo cual es muy preocupante», advierte.
Aumento significativo de incendios
El estado de São Paulo vivió en agosto de 2024 uno de los períodos más críticos en relación con los incendios, según datos presentados por Fabiano Morelli, jefe del Programa de Incendios del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués). «Desde principios de año hasta el 26 de agosto se ha producido un aumento significativo del número de incendios respecto al mismo periodo del año anterior», informa.
Según la encuesta, hubo 5281 focos de incendios hasta finales de agosto, lo que representó un crecimiento del 378 % en comparación con los 1104 focos del año anterior. El INPE ha estado monitoreando los incendios por satélite desde 1998, lo que permite la comparación estacional de los focos de incendios a lo largo de los años. En agosto, las imágenes satelitales capturaron el apogeo de la crisis, con varios frentes de fuego visibles en diferentes regiones de São Paulo y el país. El INPE continúa monitoreando la situación y refuerza la importancia de crear conciencia para minimizar los impactos de los incendios.

Panorama mundial de los problemas climáticos extremos
En el escenario mundial, la emisión de gases de efecto invernadero y el calentamiento global resultan en fenómenos meteorológicos más severos y devastadores, que afectan todas las regiones del planeta de diferentes maneras. Las olas de calor son uno de los problemas más recurrentes. Países de Europa, Estados Unidos y Asia enfrentaron temperaturas récord, que causaron miles de muertes, colapso de infraestructura y sequías prolongadas, que afectaron principalmente la producción agrícola y el suministro de agua.
Además, el aumento del nivel del mar, causado por el derretimiento de los glaciares y el calentamiento de los océanos, amenaza directamente a las naciones insulares y a las zonas costeras densamente pobladas como Bangladesh y partes del sureste de los Estados Unidos. La crisis climática también está relacionada con la inseguridad alimentaria. Con las sequías prolongadas en África y los patrones de lluvia alterados en varias partes del mundo, la producción de alimentos está en riesgo, lo que puede conducir a crisis humanitarias y migraciones masivas.
La acción global coordinada es cada vez más urgente para mitigar estos efectos y evitar que los impactos climáticos se vuelvan irreversibles. Los temas relacionados con los problemas climáticos se discutirán entre el 1 y el 3 de octubre en Río de Janeiro, en donde se celebrarán reuniones técnicas y ministeriales del Grupo de Trabajo de Sostenibilidad Climática y Ambiental del G20.
Traducido por PGET-UFSC