ENTREVISTA EXCLUSIVA

"Tenemos que plantearnos la deuda como un motor de crecimiento", dice la economista africana

Hannah Ryder, directora general de la consultora independiente Development Reimagined, aboga por un financiamiento sostenible y a largo plazo para impulsar la infraestructura africana y promover el desarrollo económico global. Ryder presentó las propuestas en una entrevista exclusiva a la página web del G20 Brasil, destacando la importancia de un enfoque conjunto y valiente para solucionar la crisis de la deuda en el continente africano.

29/07/2024 7:00 - Modificado hace 4 meses
La economista keniana, Hannah Ryder, durante una entrevista exclusiva para el equipo de comunicación del G20 Brasil. Crédito: Audiovisual G20
La economista keniana, Hannah Ryder, durante una entrevista exclusiva para el equipo de comunicación del G20 Brasil. Crédito: Audiovisual G20
Por Tiago Santos de Souza e Mara Karina Sousa-Silva / Site G20 Brasil

La Unión Africana es el integrante pleno más reciente del G20. Su presencia en el grupo trae una serie de cuestiones que las mayores economías del mundo necesitan considerar para proponer planes de desarrollo económico en la región, de corto y mediano plazo. La economista keniana, Hannah Ryder, directora del Development Reimagined, concedió una entrevista exclusiva para la página web del G20 Brasil, oportunidad en la que destacó la urgencia de adoptar enfoques innovadores para hacer frente a la crisis de la deuda africana.

Dotada de un currículum que incluye décadas de experiencia en políticas de desarrollo y colaboraciones internacionales, principalmente entre China y los países africanos, Ryder subrayó la necesidad de contar con un financiamiento sostenible y a largo plazo para que los países de dicho continente puedan invertir en infraestructura y promover el crecimiento económico. 

Propuestas como la creación de un club de prestatarios y la ampliación de las cuotas del FMI se presentan como soluciones viables. La economista también destaca la importancia de reformar la sostenibilidad de la deuda, permitiendo que los países tengan acceso a financiamientos más baratos y adecuados a sus realidades económicas. El liderazgo brasileño en el G20, especialmente con la participación plena de la Unión Africana, representa una oportunidad inédita para implementar medidas que impulsen el desarrollo en dicho continente con repercusiones positivas para todos los países.

En junio, Hanna participó como invitada de la reunión sobre Arquitectura Financiera Internacional en Fortaleza, en el estado de Ceará. A continuación, descubra más sobre el pensamiento y las propuestas de la economista.

Deuda externa africana y posibles soluciones

Actualmente el nivel de la deuda de África sobre el PIB es el mismo que en la década de 1980. Esto significa que, en términos proporcionales a la deuda externa total en el mundo, el continente africano tiene cerca del 10%. Es muy difícil para los países africanos gestionar este nivel de deuda, porque muchas requieren un pago anticipado o inmediato. Tenemos que abordar la cuestión de cómo crear plazos mayores. Muchos países del continente africano necesitan aumentar la deuda para crecer, especialmente con inversiones en infraestructura.

Es realmente oportuno pensar en estas cuestiones, trabajar juntos para intentar encontrar soluciones. Representando a la Development Reimagined, presento posibles soluciones que el G20 podría considerar. Una es un club de prestatarios que trabajen juntos para reunir recursos y juntar sus patrimonios (activos o garantías ofrecidas como protección en transacciones) para recaudar nuevos financiamientos más baratos y concesionales.

Otra solución es duplicar las cuotas del FMI para los países africanos, de modo que puedan tener acceso a financiamiento de liquidez, cuando sea necesario, y especialmente donde hay desafíos externos. La tercera idea es una reforma de cómo pensamos sobre la sostenibilidad de la deuda, porque crea restricciones para que los países puedan acceder a un financiamiento barato.

Esperamos que el G20, a través de Brasil, pueda llevar adelante este tipo de ideas. Creo que tenemos que llegar a un punto en el que las mayores economías del mundo se sientan cómodas con la deuda. Perciban que es razonable decir que sí, los nuevos préstamos son buenos e importantes. Lo que el G20 puede hacer es trabajar para proporcionar recursos más baratos y a largo plazo. Esto es necesario porque hay muchas fallas, de financiamiento, de infraestructura. África es enorme y los países necesitan invertir una parte considerable de su PIB en la construcción de infraestructura. Tenemos que recordar que el mundo se beneficiará de esto.

El continente africano es el lugar donde tenemos la población más joven y los mayores recursos naturales del mundo. Cuanta más producción, más logística e infraestructura en el continente africano, más se beneficiará el mundo. Es en esto en lo que el G20 estará invirtiendo al lidiar con este tipo de mecanismos para proporcionar más financiamiento concesional a largo plazo.

[...] presento posibles soluciones que el G20 podría considerar. Una es un club de prestatarios que trabajen juntos para reunir recursos y juntar sus patrimonios (activos o garantías ofrecidas como protección en transacciones) para recaudar nuevos financiamientos más baratos y concesionales.

Otra solución es duplicar las cuotas del FMI para los países africanos, de modo que puedan tener acceso a financiamiento de liquidez, cuando sea necesario, y especialmente donde hay desafíos externos. La tercera idea es una reforma de cómo pensamos sobre la sostenibilidad de la deuda, porque crea restricciones para que los países puedan acceder a un financiamiento barato.

El G20 y la negociación de la deuda

La presidencia brasileña del G20 es la primera en la que la Unión Africana es miembro pleno. Representa a los países del continente y permite compartir nuevos puntos de vista. Es muy importante debatir estas cuestiones. Pienso en el G20 como el equivalente del Consejo de Seguridad de la ONU, pero específicamente para cuestiones económicas y financieras.

El G20 tiene un gran poder económico y la capacidad de lidiar con estas cuestiones de manera amplia. Tienen todas las herramientas, la cuestión es: ¿lo harán? Y es por eso que la presidencia es tan importante. La presidencia es la que acaba presionando a los demás miembros del G20 para que actúen pensando de forma innovadora. Es esto lo que personas como yo intentamos ayudar a alcanzar, cuando tenemos la oportunidad y estamos agradecidos por ello.

La presidencia brasileña del G20 es la primera en la que la Unión Africana es miembro pleno. Representa a los países del continente y permite compartir nuevos puntos de vista. Es muy importante debatir estas cuestiones. Pienso en el G20 como el equivalente del Consejo de Seguridad de la ONU, pero específicamente para cuestiones económicas y financieras.

La reforma de los bancos multilaterales de desarrollo (MDB)

Permítanme darles un ejemplo específico de cómo el sistema multilateral de desarrollo es desafiante y problemático para los países africanos. Si eres un país de renta baja y estás planeando convertirte en un país de renta media hasta 2025, o hasta 2030, solo podrás obtener financiamiento concesional barato a través de la Asociación Internacional de Desarrollo (AID) del Banco Mundial, hasta alcanzar cierto límite. Tan pronto como alcances un PIB per cápita que te coloque en el nivel (de un país) de renta media, obtendrás una nueva clasificación de grado, lo que significa que tendrás que pedir n financiamiento más caro. Esto es un verdadero factor disuasorio en el sistema y este es el tipo de reformas que necesitamos.

Puede sonar técnico o muy difícil de cambiar. Sin embargo, es realmente necesario pensar en el sistema desde el punto de vista del usuario, de quien recibe el préstamo, y decir: ¿cómo resolvemos este tipo de resultados extraños, que incluso disuaden a los países a declararse países de renta media, cuando realmente son países de renta media?

La reforma en el sistema de préstamos internacionales

La principal razón del aumento del endeudamiento de los países africanos es satisfacer las necesidades de un desarrollo sostenible. Vemos los resultados de esto en todas partes, desde nuevas ferrovías, carreteras, hasta gastos en educación y salud. Más recientemente, muchos países africanos también han tenido que simplemente gastar más debido a las tasas de interés más altas y a los mayores desafíos con sus monedas.

Son desafíos que no esperábamos. Son impactos del sistema, para las personas y los otros países también. En el continente africano muchas veces dependemos del resto del mundo, por ejemplo, para comprar nuestros productos o algunos de nuestros recursos y esto crea una vulnerabilidad extra, que también necesitamos endeudarnos para resolverlo. Necesitamos aumentar los flujos de financiamiento barato, para crear una infraestructura que nos permita realmente producir esas cosas por nuestra cuenta, en lugar de depender del resto del mundo.

Puede sonar técnico o muy difícil de cambiar. Sin embargo, es realmente necesario pensar en el sistema desde el punto de vista del usuario, de quien recibe el préstamo, y decir: ¿cómo resolvemos este tipo de resultados extraños, que incluso disuaden a los países a declararse países de renta media, cuando realmente son países de renta media?

Un mercado propio de financiamiento y consumo para el Sur Global

Muchos países han comenzado a trabajar en la creación de mercados de deuda doméstica, donde se pueden tener fondos de pensiones o grandes inversores que son capaces de emitir deuda y tomar deudas del gobierno u ofrecer créditos al gobierno para realizar nuevos proyectos. Debemos recordar que, para muchos países, el mercado doméstico depende mucho del mercado externo. Si estás tomando prestado a un tipo de interés elevado, es probable que tus tasas de interés domésticas también sean más elevadas. Y eso, por sí solo, es una restricción en el mercado.

Aún tenemos que ocuparnos tanto de las cuestiones externas como de las internas, pero podemos trabajar juntos en todas ellas. Muchos países africanos están haciendo esto y construyendo, intentando movilizar recursos a nivel interno tanto como sea posible. Uno de los principales desafíos que enfrentan, especialmente para acceder al financiamiento para el desarrollo del sector privado, es que tienen esta cosa que se ha hecho conocida como la “prima” de riesgo de África.

Esto se demuestra en muchos estudios, que existe una carga de riesgo que está muy claramente en relación con los países africanos. Debido a esta especulación, significa que los países africanos tienden a pagar más intereses, también tienen un plazo menor para pagar la deuda, porque se les considera malos prestatarios. Pero eso no es verdad. Si nos fijamos en la realidad, los datos muestran que no lo son.

No son malos deudores, se preocupan por garantizar que paguen, reembolsen a tiempo y así sucesivamente. Estamos tomando medidas para intentar resolver esta “prima” de riesgo, tanto por parte de las instituciones financieras internacionales como por agencias de calificación de riesgo. Pero, de nuevo, tenemos que presionar mucho a estas organizaciones para que resuelvan este sesgo en cuanto a su procedencia y el tipo de análisis que realizan.

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